La siesta en ancianos, no tan buena como parece
Mayores de 65 hipertensos y con factores de riesgo cardiovascular en el punto de mira del descanso después de comer, la famosa siesta de los españoles
-
Ideas ideales para novias e invitadas
Entre abril y mayo hay un sinfín de bodas, pero siempre existen dudas sobre qué vestido, peinado o manicura escoger. Desde los salones David Künzle y la firma Entity nos dan las claves para lucir un look perfecto en un día tan especial
-
¿Odias el frizz? Ángela Navarro te ayuda a combatirlo
La estilista te proporciona 10 consejos infalibles para acabar con el temido encrespamiento de tu cabello
-
Trucos de experta para maquillarte con la piel seca
La maquilladora Cristina Lobato recomienda empezar por el tratamiento facial
-
Reduce tu celulitis con este revolucionario tratamiento sin cirugía
Este verano, reduce la grasa localizada, mejora la apariencia de tu piel y tonifica cualquier parte del cuerpo con Morpheus 8, la radiofrecuencia fraccionada de Clínicas Dorsia
-
Así debes aplicar adecuadamente un sérum facial
Su alta concentración y naturaleza líquida les permite penetrar en las capas más profundas del tejido cutáneo y trabajar desde los cimientos
-
¿Sabes la diferencia entre pérdida de cabello y caída capilar? Te lo contamos
Helena Rodero, farmacéutica especialista en cuidado capilar, nos ofrece además algunos tips y aclaraciones sobre ello
A pesar de los ya conocidísimos beneficios de la siesta para la salud, algunos estudios desaconsejan la siesta en personas ancianas, hipertensas y con factores de riesgo cardiovascular.
Habitualmente se suele recomendar la siesta ya que supone un momento de descanso y relajación que permite recuperar fuerzas de cara a la tarde, aumentando así nuestro rendimiento.
Después de las comidas se suele dar un descenso en nuestra actividad, debido al fenómeno conocido como "efecto postpandrial", además, la digestión hace que aumente el flujo sanguíneo hacia la zona gastrointestinal.
Según los especialistas, la tensión arterial alcanza las cifras más elevadas después del descanso nocturno, al despertar, algo muy conocido entre pacientes hipertensos. Tras el descenso mientras dormimos, se producirá una elevación, de forma similar en la siesta o el descanso nocturno, lo que será peligroso en pacientes hipertensos o con problemas cardiovasculares.
Además de esto, en algunas personas la siesta supone un deterioro en la calidad del periodo del descanso nocturno, y numerosos especialistas recalcan que este fenómeno ocurre sobre todo en personas mayores, siendo algo desaconsejable para ellos.
Recomendamos