Una hormona que sacia el apetito
Nueva terapia contra la obesidad que permite a un individuo perder fácilmente alrededor de 2,3 kilos al mes
-
Ideas ideales para novias e invitadas
Entre abril y mayo hay un sinfín de bodas, pero siempre existen dudas sobre qué vestido, peinado o manicura escoger. Desde los salones David Künzle y la firma Entity nos dan las claves para lucir un look perfecto en un día tan especial
-
¿Odias el frizz? Ángela Navarro te ayuda a combatirlo
La estilista te proporciona 10 consejos infalibles para acabar con el temido encrespamiento de tu cabello
-
Trucos de experta para maquillarte con la piel seca
La maquilladora Cristina Lobato recomienda empezar por el tratamiento facial
-
Reduce tu celulitis con este revolucionario tratamiento sin cirugía
Este verano, reduce la grasa localizada, mejora la apariencia de tu piel y tonifica cualquier parte del cuerpo con Morpheus 8, la radiofrecuencia fraccionada de Clínicas Dorsia
-
Así debes aplicar adecuadamente un sérum facial
Su alta concentración y naturaleza líquida les permite penetrar en las capas más profundas del tejido cutáneo y trabajar desde los cimientos
-
¿Sabes la diferencia entre pérdida de cabello y caída capilar? Te lo contamos
Helena Rodero, farmacéutica especialista en cuidado capilar, nos ofrece además algunos tips y aclaraciones sobre ello
El tratamiento desarrollado por el Imperial College de Londres consiste en una inyección de hormona llamada oxintomodulina, que hace sentir al paciente que su estómago está lleno, por lo que no tiene apetito.
Los científicos están, sin embargo, preocupados por la posibilidad de que ciertas personas, sobre todo las anoréxicas, abusen del remedio, señala el periódico The Sunday Times, que da cuenta del descubrimiento.
La hormona se identificó tras descubrir que los pacientes, que se habían sometido a una operación para reducir el tamaño del estómago como forma de adelgazar, producían más oxintomodulina después de la intervención.
Durante el período de ensayos, varios voluntarios se inyectaron una pequeña dosis de esa hormona tres veces al día, siempre treinta minutos antes de cada comida durante un periodo de cuatro semanas mientras que otro grupo recibió un placebo.
Al cabo del mes, los voluntarios del primer grupo habían perdido casi 2,5 kilos y los del segundo, menos de medio kilo.
Los investigadores del Imperial College han logrado demostrar, sin embargo, en animales de laboratorio, que el potencial de la hormona es mucho mayor ya que puede eliminar prácticamente del todo las ganas de comer.
Según The Sunday Time, pueden transcurrir todavía cinco o seis años antes de que la hormona sea asequible mediante receta médica.
Recomendamos