Como explica Pedro Catalá, "el 'flushing' facial se caracteriza por un enrojecimiento repentino e intenso que afecta al rostro -en ocasiones también al cuello-, y puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Está causado por la dilatación de los vasos sanguíneos y suele comenzar como un leve enrojecimiento, aunque puede empeorar con el tiempo. Los desencadenantes más comunes son los cambios de temperatura, la exposición solar, las emociones fuertes, el alcohol y los alimentos picantes".
Ocho consejos del experto para tratar el 'flushing' o el enrojecimiento repentino:
1. Identificar -y evitar- los desencadenantes.
El primer paso para gestionar el enrojecimiento de la piel es dar con lo que lo provoca. Llevar un diario de los brotes ayudará a identificar los patrones y las posibles causas.
2. Seguir una rutina cosmética eficaz pero suave.
Una piel fuerte y equilibrada comienza con una rutina de cuidado de la piel adecuada. El 'flushing' es más común en personas de piel sensible con una barrera protectora débil. Por ese motivo hay que evitar limpiadores agresivos y productos que contengan alcohol, ácidos o fragancias, ya que pueden irritar la piel y empeorar las rojeces.
3. Lavar la cara con agua tibia.
Las temperaturas extremas pueden afectar la integridad de los vasos sanguíneos y es mejor optar por el agua tibia.
4. Darle a la piel ingredientes calmantes.
La malva, el pantenol y la alantoína son buenas opciones. Lo ideal es dar con una crema que los contenga.
5. Utilizar protector solar todos los días.
Incluso en los nublados. El sol es una de las principales causas del enrojecimiento facial.
6. Evitar el alcohol y las bebidas calientes
El alcohol y las bebidas calientes pueden dilatar los vasos sanguíneos y provocar rubor facial.
7. Evita los alimentos picantes.
Irritan la piel y por eso, empeoran las rojeces.
8. Gestionar el estrés.
El estrés es otro desencadenante común del 'flushing' facial y es importante encontrar formas de gestionarlo.
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