5 consejos para sobrellevar mejor el estrés navideño
Izanami Martínez, madre, antropóloga y fundadora de Soulgate te da la claves para afrontar las reuniones familiares en Navidad sin ansiedad ni estrés
-
¿Pelo graso? ¡Puedes lidiar con él!
Montibello te ofrece una serie de consejos muy útiles para controlar la producción de sebo y conseguir un pelo radiante, suelto y brillante
-
Las 3 nuevas tendencias en limpieza facial que abrazan las celebrities
Un ritual diario de belleza incluye la limpieza facial y no solo porque elimina las impurezas de la piel, sino porque también la prepara para recibir cualquier tratamiento. Montibello nos descubre los últimos descubrimientos sobre cuidado facial
-
Los mitos del uso de la nutricosmética
La farmacéutica María Esther García de la Cruz, de la mano de María Mercedes Sánchez, de Marnys, aclaran algunas fake news para promover un uso adecuado de los nutricosméticos
-
¡Riza el rizo esta primavera! Estos son los cortes más favorecedores según Ángela Navarro
El curl, la onda rota, la surfera, el afro, el muelle, el ricci, son los rizos que la estilista quiere potenciar. ¿Te unes al movimiento curly?
-
Arranca la operación bikini, ¿estás preparada?
Dí adiós a la celulitis con Cellfina®, un tratamiento integral que se focaliza en la causa estructural de la celulitis con resultados duraderos de la Dra. Electa Navarrete
-
Talika propone dos dispositivos faciales para el día de la madre
Absolutamente revolucionarios para que nuestras madres estén radiantes en cualquier momento y lugar, especialmente para mimarla en este día tan significativo
La Navidad es sinónimo de reuniones familiares. Pero las reuniones familiares no siempre son sinónimo de alegría y disfrute. En casi todas las familias hay conflictos. Estos conflictos pueden ser más o menos visibles, más o menos extendidos y más o menos tóxicos. Pero, ¿qué hacer si estos conflictos te causan ansiedad o estrés?
Izanami Martínez, Madre, Antropóloga y Fundadora de Soulgate comparte 5 recomendaciones para afrontar las reuniones familiares sin ansiedad ni estrés.
1. Ponte en contacto antes de las fiestas.
Antes de la reunión familiar llama a los familiares con los que tengas más afinidad y ponte al día. Pregúntales cómo están y si en el caso de que organicen la reunión, si puedes ayudarles en algo. Estas llamadas reforzarán la afinidad y te ganarán aliados.
2. Comparte los conflictos invisibles.
Los conflictos más difíciles de gestionar son los conflictos invisibles. Poner palabras a lo que nos duele es un reto y compartir estas palabras con los que nos rodean es un reto aún mayor. Pero es un reto necesario. Si vives un conflicto invisible con alguien de tu familia asegúrate de compartirlo por lo menos con alguien que vaya a asistir a las reuniones contigo. Así, tu seguridad y tu confianza aumentarán.
3. Evita las comparaciones.
Una fuente común de conflictos familiares suelen ser las comparaciones. Al reunirnos, comparar nuestra situación o nuestra realidad con la del resto de la familia puede ser una fuente de ansiedad. Recuérdate que el éxito es un concepto abstracto, que lo material no asegura bienestar, ni felicidad y que a las personas no se las mide en función de los hitos vitales que hayan cumplido.
4. Contribuye a crear un ambiente respetuoso.
No tienes la obligación de llevarte bien con todos tus familiares pero sí tienes la capacidad de contribuir a un ambiente respetuoso y amable. ¿Cómo? Manteniendo siempre la cordialidad y utilizando el humor para desactivar situaciones incómodas. Y si es necesario, evitando la proximidad física con las personas con las que menos afinidad tengas.
5. Respira...
Si durante la reunión familiar la ansiedad te genera síntomas físicos, utiliza la respiración consciente y profunda para intentar regularla. Si no es suficiente, retírate y pasa un tiempo a solas en el cuarto de baño y mójate con agua fría la cara o el cuello. Oler alcohol puro en una servilleta también ayuda a evitar una crisis vasovagal.
Por último, recuerda que la Navidad perfecta es la Navidad en la que celebramos, agradecemos, compartimos y perdonamos. Y nada de esto tiene que ver con los looks que llevamos, las recetas que ponemos encima de la mesa o los regalos que compramos.
Recomendamos