En las cirugías de pecho el cirujano plástico realiza una serie de incisiones que dependen del resultado que se quiere obtener con la cirugía. Aunque cada cuerpo cicatriza de manera diferente, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones que facilitarán el proceso de cicatrización y pueden ayudar a minimizar la visibilidad de la cicatriz.

Cicatrices que quedan tras una cirugía de pecho

El Dr. Eduardo Avilés, cirujano plástico de Clínica FEMM, indica que en función de la cirugía habrá que realizar diferentes incisiones. Si estamos ante un aumento de mamas, tendremos una incisión debajo del pliegue inferior de cada pecho o en cada areola, según la forma en que el cirujano decida introducir la prótesis.

En el caso de recambio de prótesis o explantación, generalmente se suele volver a utilizar la misma vía de acceso que en la cirugía en la que se pusieron las prótesis. Si se trata de una mastopexia (elevación de pecho), en casos leves se puede hacer modelando la zona de la areola, por lo que existirán dos cicatrices circulares; en pechos muy caídos es probable que haya también una cicatriz vertical que va desde la areola al pliegue inferior del pecho.
Esta incisión vertical también será necesaria en los casos en los que la paciente solicite una reducción de mamas.

Hay cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta para la cicatrización tras la cirugía.

"Es importante saber que la cicatrización depende en gran medida del paciente. No solo hablamos de la diferente calidad de la piel de cada persona y de su manera de cicatrizar. También tiene que ver con cómo la paciente cuida sus cicatrices tras la cirugía” señala el Dr. Avilés.

1. No actuar inmediatamente.
Tras la cirugía de pecho, hay que evitar todo tipo de esfuerzos durante el tiempo que el cirujano determine, aunque generalmente suele ser de una semana.

Todo tipo de esfuerzos significa desde los más acusados a los más sencillos. Por ejemplo, sacar a pasear a la mascota, coger algo de un mueble situado por encima de la cintura, vestirse por la cabeza, empujar una silla… Cualquier movimiento que requiera la intervención del tren superior debe evitarse durante esos primeros días, pues generan tensión en la piel y eso puede afectar al cierre de la cicatriz. A partir de esa primera semana es muy probable que el cirujano plástico indique si se puede ir realizando alguna actividad sencilla, como empezar a cocinar.

Progresivamente, poco a poco, la paciente podrá recuperar movimientos y retomar el día a día. Pero lo fundamental de esta "no acción" es evitar por todos los medios que se tire de la piel. La piel tirante impide que la cicatriz cierre adecuadamente pues, aunque hay puntos de sutura, estos no podrán cumplir su función de manera adecuada si se somete esa zona a situaciones de presión.









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