Lansinoh, empresa especializada en maternidad y lactancia, nos cuenta los beneficios que para nuestros bebés tienen los masajes y cómo debemos hacerlos.

El masaje es una excelente manera de conectarse con nuestro bebé. Se ha visto que, en el caso de los nacidos antes de tiempo, el masaje les ayuda a aumentar de peso, digerir mejor los alimentos, mejorar su circulación y consolarlos cuando les salen los dientes, tras vacunarlos o cuando se sienten mal.

Puede que deseemos comprobar si le gustan los masajes empezando primero por piernas o brazos, incluso mientras lo sostenemos sin necesidad de tumbarlo.

También puede ayudar a estabilizar su ritmo cardíaco y desarrollar su actividad cerebral. Por supuesto, muchas de estas ventajas también son de aplicación si el bebé nació después de las 37 semanas de embarazo.

Entre sus beneficios a destacar que ayudan al bebé a liberar la hormona oxitocina, lo que le permite estar tranquilo y prepararse para dormir, además de aumentar el vínculo entre la madre y su bebé.

"Debemos buscar señales que nos indiquen que el bebé está listo para bañarse y recibir después un masaje, como por ejemplo llevarse la mano a la boca o cara, tensar pies y piernas, juntar manos y/o pies, encoger el cuerpo (brazos y piernas recogidos), agarrar y cerrar manos, o mirarnos", explica Inma Cima, responsable de marketing en Lansinoh España.

Puede que deseemos comprobar si le gustan los masajes empezando primero por piernas o brazos, incluso mientras lo sostenemos sin necesidad de tumbarlo. Acariciar al bebé de formas diferentes y buscar pistas sobre la manera en que prefiere que lo toquen: con la punta de los dedos, con los dedos enteros o también con toda la mano.









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