Izanami Martínez.

1 de cada 4 mujeres sufre problemas de salud mental durante la maternidad. El 67% termina sufriendo el 'síndrome de agotamiento parental'. ¿Los síntomas? Agotamiento físico y mental, distancia emocional con el niño o la niña y episodios de agresividad. El 70% esconde o disimula el problema y sufre la culpabilidad en silencio. El impacto es terrible porque la salud mental de las madres es imprescindible para el correcto desarrollo físico y psicológico de sus bebés.

"Estamos agotadas. Vivimos en un desgarro constante entre las expectativas sociales y la realidad de la crianza. Creando espacio para maternar a costa de nuestro bienestar físico, mental, emocional y económico. Porque aunque la labor de hacer bebés y criarlos es imprescindible para la continuidad de la especie, es una labor totalmente invisible socialmente", explica Izanami, madre, antropóloga y fundadora de Soulgate.

¿Y a quién culpa la sociedad?

Algunas de las frases que escuchan muchas madres: 'Delega más, no quieras hacerlo todo tú'. 'Priorízate, saca tiempo para ti'. "La solución al reto de criar en una sociedad que invisibiliza los cuidados no es responsabilizar a las madres por acaparar tareas o por dejar de cuidarse. Tampoco son responsables los bebés. Les estamos echando la culpa a ellos por existir. Un bebé se despierta cada hora por necesidad biológica, no para amargarle la vida intencionadamente a sus padres", afirma Izanami.

El problema es la sociedad en la que criamos. ¿Por qué? Porque invisibiliza una labor sin la que, literalmente, la humanidad se extinguiría.

¿Por qué se invisibiliza la crianza y se ignora la realidad biológica de las madres?

En palabras de la antropóloga, "estamos legislando y hablando de crianza como si a los bebés los trajera la cigüeña".

"Es urgente que la sociedad garantice el tiempo, los recursos y el reconocimiento necesarios para poder maternar sin entregar nuestra integridad a cambio", dice Izanami.

Como si la realidad biológica del embarazo, el parto, el puerperio y la lactancia no dejaran huella en el cuerpo y en la mente de las mujeres. Con unas bajas transferibles que hacen posible que una mujer recién parida se reincorpore casi inmediatamente al trabajo y el padre se quede en casa.

  • Mientras el foco de la sociedad esté en la productividad económica, la crianza va a seguir siendo dolorosa.
  • Mientras que se continúe invisibilizando la labor imprescindible de traer vida al mundo, la natalidad va a seguir bajando.
  • Mientras que sigamos permitiendo que cada mujer tenga que crear espacios para criar a costa de su bienestar, los datos de salud mental de las mujeres van a seguir empeorando.

"Es urgente crear espacios para que las mujeres podamos ser madres. Es urgente que la sociedad garantice el tiempo, los recursos y el reconocimiento necesarios para poder maternar sin entregar nuestra integridad a cambio".









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