Las 10 claves del boosting

Sinergia, combinación, impulso... ¡Bienvenida al Boosting! Son las mezclas magistrales de gotas de belleza concentradas en principios activos y personalizadas a las necesidades de cada piel que consiguen potenciar la eficacia de los tratamientos cosméticos.

¿Sabes utilizar correctamente los sérums (boosters) y exprimir toda su magia? Cristina Galmiche nos da todas las claves de una tendencia, que ha concretado en el lanzamiento de cinco sueros únicos, capaces de actuar solos o jugar en equipo, para cubrir las exigencias de todas las pieles, sublimar su belleza y alcanzar el bienestar dermatológico.

¿Hablar con la piel?
Frente al espejo, observa tu rostro: ¿hay rojeces, deshidratación, poros abiertos, tirantez, descamaciones, arruguitas noveles, tono cetrino...? Pellizca la piel con los dedos, ¿se muestra jugosa, fresca o su tersura es fofa? Aplica una pizca de tu producto habitual y observa la reacción de la epidermis ¿lo absorbe como siempre? La respuesta a estas preguntas puede ayudarte a saber qué necesita tu cutis en cada momento y a utilizar una dosis extra de algún principio activo para suplir las carencias. Sin embargo, los autodiagnósticos tienen que venir precedidos de un chequeo a fondo realizado por una profesional, ya que la piel puede manifestar determinados síntomas equívocos o que interpretamos mal y gastarnos una mala pasada.

¿Solos o en equipo?
Mezclar lo sueros entre sí o con los cosméticos de tratamiento depende siempre de la firma que los haya formulado. En el caso de los Sueros CG, todos pueden combinarse entre sí y con las cremas habituales. Yo suelo aconsejar utilizarlos solos y aplicarlos directamente sobre la piel con el fin de que se aprecie con más claridad el efecto que se consigue y entender cómo actúan en cada momento de la piel. Cuando ya se domina el arte del boosting, o bajo prescripción del especialista, no hay ningún problema en poner en práctica la fusión libre, pero bien informada, de principios activos de sueros y cosméticos.

¿Se pueden tratar varios problemas a la vez?
Sí, pero siempre después de un diagnóstico exhaustivo y teniendo en cuenta la formulación de cada uno de los sueros y cremas de tratamiento. En mis protocolos cosméticos, suelo aconsejar la combinación de las diferentes líneas de productos Cristina Galmiche con el fin de tratar la piel globalmente, cuando ésta presenta varios problemas diferentes: asfixia y manchas; arrugas y flacidez...

¿Hay principios incompatibles con el boosting?
Sí, los sueros son productos muy concentrados y algunos de sus ingredientes pueden resultar nocivos para la piel si se mezclan sin conocer a fondo su formulación. De ahí que sea imprescindible informarse adecuadamente de que sueros pueden jugar en equipo y cuáles actuar en solitario. Todos mis sueros están formulados para interactuar en sinergia para potenciar los efectos de mis tratamientos en cabina y mi línea cosmética.

¿En qué se diferencian de las ampollas?
De textura similar y con el apellido común de “cóctel de principios activos concentrados”, ampollas y sérums tienen cometidos diferentes y no deben confundirse a la hora de utilizarse. Las ampollas suelen ser monodosis, a lo sumo para un uso en dos plazos; los sérums se dosifican en gotas, solos o en compañía. Las ampollas suelen tener una misión diana y no conviene mezclarlas sin prescripción especializada con las cremas de tratamiento habitual, sino está estrictamente indicado por los laboratorios que las avalan, porque se puede producir una combinación tóxica que termine por sensibilizar la piel. Por ejemplo, si se utiliza una ampolla rica en vitamina C con el fin de aportar mayor luminosidad, puede resultar muy perjudicial aplicar después una crema de tratamiento con otros ácidos como el retinol, ya que pueden interactuar negativamente sobre el tejido y provocar efectos indeseados: picor, rojeces, descamación. Es imprescindible seguir un protocolo de uso supervisado por el especialista, ya sea el dermatólogo, la esteticista o la marca.

¿Cómo se aplican los sueros?
Sobre la piel limpia, distribuir 4 gotas del suero elegido sobre el rostro, cuello y escote, con suaves masajes hasta su total absorción ¿Una ventaja? Su texturas fluidas también permiten mezclar las 4 gotas con la crema de tratamiento habitual para amplificar y potenciar sus efectos. Aplicar tanto de día como de noche según las necesidades de la piel.

¿Los sueros CG son unisex?
Sí, el Método Cristina Galmiche no clasifica las pieles por su género, si no por su estado. Para la mí, la clave de la belleza sostenible y el bienestar dermatológico pasa por cuidar al extremo el poro y el conducto excretor, mantenerlo limpio de grasa, micropartículas dañinas y toxinas, además de conservar intacto el manto hidrolipídico respetando al máximo el pH. Los hombres tienen la peculiaridad fisiológica de la barba, pero el funcionamiento interno de el tejido cutáneo es similar al de las mujeres. Es cierto que a ellos les gustan las texturas ligeras, fáciles de aplicar y de absorción rápida ( y a muchas mujeres también). Mis cinco sueros son fórmulas concentradas en principios activos que tienen todos los atributos cosméticos que buscan los hombres ¿Una diferencia? Ellos pueden utilizarlos solos, mañana y noche, sin aplicarse a continuación ninguna crema de tratamiento, en los cutis femeninos esto no es recomendable.

¿Todos para todos los públicos?
No. Al ser fórmulas cargadas de principios activos muy concentrados, no se deben utilizar sin conocimiento y sin la información adecuada. El consejo experto debe ser el de un especialista, no el de una amiga. Además, cada suero tiene una misión y es el estado de la piel el que debe de marcar cuál utilizar en cada momento y cómo y con qué tratamientos posteriores aplicarlos.

¿Cómo deben conservarse?
Son productos fáciles de mantener en condiciones óptimas de uso siempre que se observen las reglas básicas que se imponen en todas los cosméticos. Manipularlos con los dedos limpios. Cerrar correctamente el envase al terminar de utilizarlo. No exponerlos a condiciones ambientales extremas (rayos UV o focos de calor o frío intensos). Respetar los tiempos de caducidad una vez abiertos (alrededor de 12 meses y que debe estar siempre indicado en el envase).

¿Errores más comunes en su uso?
Los más frecuentes son dos. Uno, usarlos sin la información suficiente y no seguir el protocolo cosmético adecuado pautado por la marca (por ejemplo, aplicarlos como producto único sin completar la rutina con un cosmético de tratamiento a posteriori). Dos, mezclar sin saber principios activos contraproducentes (como varios ácidos a la vez).