Cómo cuidar de tu cabello cuando bajan las temperaturas
Las bajas temperaturas, la lluvia o el aire son factores que producen una menor dilatación de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, llevando a que éste se reseque y se caiga con más facilidad
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¿Sabes la diferencia entre pérdida de cabello y caída capilar? Te lo contamos
Helena Rodero, farmacéutica especialista en cuidado capilar, nos ofrece además algunos tips y aclaraciones sobre ello
Todos sabemos que el frío, los cambios constantes de temperatura, la humedad, la lluvia o el viento son factores propios del clima de invierno que pueden afectar de forma negativa al cabello.
Desde Hospital Capilar explican las principales pautas a seguir para disminuir el impacto en nuestro pelo de los agentes agresivos invernales, así como para evitar su caída.
“Durante esta estación, nuestro pelo puede verse expuesto a diferentes elementos nocivos como el frío, que produce una menor dilatación de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, que son los encargados de transmitir al resto del cabello los nutrientes que éste requiere; lo que conlleva que se reseque, pierda vitalidad y se caiga con más facilidad”, explica el doctor Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar.
Otro efecto es la calefacción que se utiliza durante esta época del año, que por el contraste de calor hace que disminuya la vascularización del cuero cabelludo y que el pelo se encuentre menos nutrido.
Hay más porque la radiación ultravioleta que se refleja en la nieve es otro factor nocivo para el cuero cabelludo, al crearse un efecto pantalla que potencia la acción de los rayos solares, llegando a provocar, en ocasiones, quemaduras o ampollas con más gravedad que las de la playa.
El uso de gorros y sombreros propios de esta temporada pueden ser perjudiciales para el cabello al volverlo más graso y frágil, por lo que es importante utilizar elementos protectores de buena calidad y hacerlo siempre sobre el pelo limpio, ya que la mezcla de sudor y suciedad puede debilitarlo e, incluso, promover su caída.
Mientras que la contaminación, cuyos niveles se disparan en muchas ciudades durante los meses más fríos, es otro elemento que puede incentivar la aparición de dermatitis o caspa, así como una sobreproducción de las glándulas sebáceas que lleva a que el pelo pierda brillo y sedosidad.
¿Qué hacer para dar vida al cabello en invierno?
Con el fin de frenar, en la medida de lo posible, el encrespamiento y la sequedad que se produce en el cabello durante el invierno, los expertos recomiendan optar por champús, acondicionadores y mascarillas nutritivas que hagan frente a la falta de hidratación.
También se aconseja la utilización de protectores térmicos en formato spray o espuma para minimizar los efectos del calor sobre la cutícula, o de cepillos de cerdas naturales, que se encarguen de prevenir la rotura del cabello.
Llevar una dieta adecuada será otro factor clave a la hora de asegurar una buena salud capilar en esta época invernal, debiendo incluir en la misma antioxidantes como las vitaminas E y F, presentes en el aceite de girasol o los frutos secos; el zinc, que se encuentra en legumbres, carnes rojas; o minerales como el hierro, dentro de alimentos como las espinacas o las alcachofas. Tampoco deben faltar las vitaminas B5 y B6, presentes en cereales integrales, lácteos, huevos o verduras, o los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 propios del pescado.
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