Cistitis intersticial: qué es, síntomas y las opciones de tratamiento

La cistitis intersticial (CI) es una enfermedad crónica que dura más de seis semanas. Provoca dolor, presión y molestias en la vejiga y la pelvis, y a veces se denomina síndrome de vejiga dolorosa (SVD).

Cuáles son sus síntomas:

• Dolor en la parte baja del vientre: es el síntoma más frecuente y tiende a empeorar a medida que se llena la vejiga.
• Ganas más frecuentes de orinar: ocurre tanto de día como de noche.
• Urgencia: la CI puede provocar una sensación de urgencia incluso después de orinar. La sensación puede empeorar cuando estás sometida a estrés (físico o mental).
• Sangre en la orina: no es tan frecuente, pero si la experimentas, debes acudir a tu médico de cabecera para descartar enfermedades más graves (por ejemplo, cáncer de vejiga).

Por qué surge

Se calcula que las mujeres tienen entre dos y tres veces más probabilidades de padecer CI. Existen varias teorías sobre las causas de la CI, pero se desconoce la causa exacta. Todos los planteamientos incluyen alguna lesión o inflamación en la vejiga.

• Lesión de la vejiga, que permite que la orina (y las moléculas nocivas) la irriten.
• Acumulación de células inflamatorias en las paredes de la vejiga. Estas células liberan histamina y otros agentes proinflamatorios.
• Lesiones nerviosas.
• Respuesta autoinmune: el cuerpo ataca a la vejiga.

Si experimentas síntomas de CI que afectan a tu vida cotidiana, visita a tu médico de cabecera. Lo primero que hay que descartar es una infección urinaria, normalmente mediante análisis de orina.

Una vez descartada, es posible que tengas que llevar un diario, en el que describas la frecuencia y el volumen de tu orina y lo que bebes o comes.

“El problema de la cistitis intersticial o síndrome de la vejiga dolorosa radica en que ninguna prueba puede dar el diagnóstico definitivo. El principio para interpretarlo es que presentes los síntomas compatibles y que se descarten otras afecciones”, afirma Irene Aterido, sexóloga y experta en ciclo menstrual y colaboradora de Intimina.

Tratamientos

En la mayoría de los casos, pasan meses antes de que los síntomas mejoren, y es esencial no perder la esperanza y ser perseverante apostando por:

• Cambios en el estilo de vida: Reducir el estrés es un factor esencial, o aprender a afrontarlo de forma más eficaz. Mantén una dieta sana y evita los alimentos desencadenantes. Para la mayoría de la gente, el café, el chocolate, los tomates y los cítricos. También puedes probar una dieta restrictiva durante una o dos semanas para ver si mejoran los síntomas.
• Medicación: varios grupos de fármacos podrían aliviar los síntomas de la CI, como los antidepresivos, los antihistamínicos y los inmunomoduladores, que reducen la respuesta autoinmunitaria y la inflamación.
• Terapia de neuromodulación: ejercita los nervios para cambiar su funcionamiento.
• Bótox: paraliza los músculos, lo que puede aliviar los síntomas.
• Cirugía: es una opción cuando la capacidad de la vejiga está muy reducida.

Si bien el tratamiento no siempre consigue eliminar los síntomas por completo, en la mayoría de los casos la situación mejora.