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Te has preocupado de protegerte del sol, de elegir el factor de protección adecuado, de evitar las horas centrales del día pero, a pesar de todo, a la vuelta, las temidas manchas solares asoman a tu piel. ¿Qué puedes hacer? Carmen Navarro te ofrece una guía para recuperar el tono, la uniformidad y la salud de tu piel con consejos y protocolos para casa y en cabina.

Aunque ya sabemos que las manchas tienen su origen en causas diversas como la edad, las alteraciones hormonales o las que surgen por el mal uso de algunas técnicas como el láser o el uso de algunos perfumes o medicamentos, lo cierto es que su peor enemigo siguen siendo los baños prolongados al sol. Cuello, escote, rostro y manos son las zonas más sensibles.

Guía práctica para que las manchas solares dejen de ser tu peor pesadilla

1. Lo primero que debes hacer es ponerte en manos expertas que realicen un diagnóstico certero. Solo de manera personalizada se puede determinar el protocolo más adecuado a seguir y sabremos de manera certera del tipo de mancha que estamos hablando: léntigos que aparecen habitualmente en rostro o escote después de la exposición solar, melasmas, cuando su origen es hormonal y dejan su huella en mejillas, mentón, labio superior..., las pecas genéticas y la hiperpigmentación que se puede producir tras un proceso inflamatorio, a consecuencia, por ejemplo de un tratamiento láser.

2. Es muy importante usar protección solar todo el año. Los rayos solares afectan a tu piel también cuando las nubes lo ocultan. Además si eliges el fotoprotector adecuado estarás previniendo la formación de nuevas manchas y reduciendo la hiperpigmentación.

3. Los mejores principios activos para tratarlas son los inhibidores de la melanina como el ácido kójico, con efecto antimicrobiano, perfecto para trabajar las cicatrices pigmentadas del acné o el ácido lipoico, con acción despigmentante, ácido ferúlico, activo antioxidante y antiinflamatorio, la vitamina C, el antioxidante por excelencia, que aclara y previene el exceso de producción de melanina o la niacinamida con propiedad fotoprotectora, calmante y antiinflamatoria. Sin olvidar el extracto de raíz de regaliz, que inhibe la tirosinasa, enzima clave en el proceso de pigmentación.

4. Además puedes utilizar dispositivos electrónicos que te ayudan a realizar la limpieza diaria en profundidad, liberándote de células muertas y toxinas y mejorando la penetración de los principios activos que emplees a continuación. Además puedes recurrir a aquellos que cuentan con luz led encargada de unificar el tono, suavizar las manchas y tratar la hiperpigmentación actuando sobre los melanocitos.

5. ¿Y en cabina? Cuando las manchas son algo más que un recuerdo de las vacaciones, necesitamos recurrir a protocolos como Melan-Tranx. Se trata de un método despigmentante capaz de trabajar a diferentes niveles con grandes resultados en manchas y que regula el proceso de pigmentación. En este caso lo que conseguimos es reducir la vascularización que muchas veces acompaña a los melasmas y a otras hiperpigmentaciones, trabajar sobre el proceso inflamatorio que surge después de algunas lesiones cutáneas como las cicatrices o el acné y regular de manera muy efectiva el proceso de pigmentación. La clave de su éxito es el uso del ácido tranexámico, un ingrediente de última generación que actúa sobre los queratinocitos e inhibe la liberación de esos factores que desencadenan el proceso inflamatorio. Por eso ataca directamente ese componente inflamatorio y vascular tan típico de las hiperpigmentaciones más resistentes. Se recomiendan entre 4 y 6 sesiones, una cada 15 días.

Cuando lo que te preocupa es unificar tono y difuminar pequeñas manchas, lo ideal es Clear & Brillliant, una nueva generación de láser fraccionado de diodo que trabaja a una potencia media-baja, renovando la capa superficial de la piel desde el interior. A medio camino entre los peelings y los láseres más agresivos, se realizan varias pasadas con el cabezal por todo el rostro, con el fin de que la energía láser cree millones de microscópicas zonas de tratamiento y sustituya las zonas dañadas de la piel por un tejido más joven y saludable. Se tolera perfectamente y permite volver a la actividad cotidiana sin necesidad de complicados cuidados especiales. Difumina arrugas de expresión así como manchas y marcas de acné, unifica tono y consigue un efecto buena cara de impacto.