Cómo superar la obsesión por el bronceado durante el verano

Cada vez son más las personas que sienten una necesidad extrema de broncearse y, si bien esta necesidad permanece todo el año en algunos casos, se ve agravada durante los meses de verano.

A ello se le llama tanorexia u obsesión por mantener un bronceado perfecto, y conlleva múltiples peligros para la salud, tanto física como mental. Aunque no aparece reflejada como un trastorno en los manuales diagnósticos psiquiátricos, la tanorexia guarda una estrecha relación con el trastorno dismórfico corporal, que consiste en tener una percepción distorsionada de la imagen corporal.

En este caso, se caracteriza por ver la piel demasiado blanca cuando en realidad está excesivamente morena. Desde TherapyChat, plataforma en psicología on-line, nos hacen un análisis de cuáles son los motivos que pueden conducir a este trastorno.

A nivel biológico, existe una explicación plausible de la tanorexia debido a que los rayos UVA producen la liberación de endorfinas, una sustancia química cerebral que produce euforia y alivia el dolor.

Desde el punto de vista psicológico, la propia distorsión de la imagen corporal y la creencia de que nuestra valía personal depende exclusivamente de estar bronceado, puede mermar nuestra autoestima y aumentar nuestra ansiedad.

Las personas incrementan su exposición al sol a través de conductas compulsivas, con exposiciones muy prolongadas, tienen síntomas de angustia y decepción al no alcanzar sus cánones de belleza, frustración con su fototipo (color de piel) y una baja autoestima.

¿Qué hacer para controlar esa obsesión por ponernos morenos?

• Son fundamentales las intervenciones psicológicas dirigidas hacia la aceptación de la autoimagen, la potenciación de la autoestima, el autocontrol y la gestión emocional.
• Restringir los hábitos de exposición al sol.
• Adquirir conocimientos que favorezcan el autocuidado mediante la adopción de estilos de vida saludables.
• Corregir la distorsión en la percepción corporal: lo que piensas afecta a cómo te sientes.
• Cuestionar la importancia del aspecto físico en la valoración personal.
• Identificar y potenciar la autoestima para vivir de una forma más íntegra y plena.

Para disfrutar del verano de una forma sana, según los expertos, basta con activar la producción natural de endorfinas, fomentando conductas alternativas saludables que desvíen nuestra atención sobre la exposición solar y aumenten las posibilidades de sentirnos bien.

También podemos practicar mindful eating o comida consciente, escuchar música, asistir a eventos culturales y lugares de ocio. Realizar deporte al aire libre a horas de menor radiación solar.
Y recurrir al contacto social, quedando con amigos y familiares en contextos diferentes y no solo en la playa.

María Márquez Martín, psicóloga en TherapyChat, afirma que "Frecuentemente, las personas que padecen tanorexia caen en una trampa psicológica en la que cuanto más se esfuerzan por estar bronceados, más pálidos se ven. A consecuencia de ello, no solo aumentan de forma compulsiva la exposición al sol sino que también suelen competir y compararse con otras personas, llegando a frustrarse por no conseguir los resultados esperados".