Con estos consejos, podrás cuidar la piel del bebé

¿Sabías que la piel es el único órgano sensorial que está listo para desempeñar su función inmediatamente después del nacimiento? Al nacer, ya poseemos la habilidad de percibir a través de la piel, lo que nos capacita para distinguir sensaciones como la temperatura, la textura y la firmeza.

Estas sensaciones táctiles desempeñan un papel crucial en los primeros meses de vida del bebé y tienen un gran efecto en su desarrollo. En los primeros años, el niño explorará el mundo y su propio cuerpo a través del tacto, y el afecto y las caricias contribuirán a que adquiera confianza en su entorno.

Un cuidado natural

La función de la piel como capa protectora no se desarrolla totalmente hasta los cinco años, hasta entonces la piel del bebé es extremadamente sensible, y cinco veces más fina que la de un adulto, por lo tanto, es preferible emplear pocos componentes de la más alta calidad posible.

Es recomendable optar por aceites vegetales, ya que se asemejan al manto hidrolipídico de la piel y se absorben fácilmente sin obstruir los poros, permitiendo que la piel respire y los nutrientes se absorban.

Esta opción asegura una alta tolerancia cutánea, respetando las características de la piel del recién nacido al no incluir ingredientes sintéticos ni derivados del petróleo. Asimismo, reduce la posibilidad de provocar alergias en la piel debido a su gran compatibilidad con la misma.

Los cuidados de la piel del bebé

Para enfrentarse a los nuevos desafíos, el pequeño necesita una piel sana y protegida. Por ello, es importante tener cuidado para no sobrecargarla durante los primeros meses.

Un baño diario no es necesario, pero la mayoría de los bebés les encanta y les ayuda a estar más relajados porque les recuerda a su estancia en el útero materno.

Recuerda que para evitar que su piel se irrite y se seque, es necesario utilizar productos sin espuma y con aceites naturales compatibles con su delicada piel. El Baño en Crema de Caléndula es ideal para los primeros baños. ¡Es tan suave que convierte el agua en crema y no es necesario aclararlo! Ideal para padres primerizos.

Los días que no le bañes, puedes limpiarle simplemente con una manopla suave y húmeda y aplicar el Aceite de Caléndula para proteger su piel y proporcionarle hidratación.

» Baño de Crema de Caléndula:

• Limpieza extra suave de la piel del bebé para los primeros baños, sin necesidad de aclarado. Tan suave que convierte el agua en crema.
• Limpia, nutre y protege la piel del bebé de la sequedad cutánea, manteniéndola suave y aterciopelada y proporcionando al bebé una sensación de bienestar.

» Leche corporal de Caléndula:

• Esta leche 100% natural hidrata, suaviza y favorece las funciones protectoras naturales de la piel del bebé. De textura ligera, penetra fácilmente sin dejar una película grasa.
• Con aceite de sésamo BIO que nutre y previene la sequedad cutánea, y extractos de caléndula BIO que calman y alivian la piel.

» Aceite de Caléndula:

• Suave cuidado corporal 100% natural a base de almendra dulce, caléndula y manzanilla BIO. Indicado para el cuidado diario y el masaje del bebé. Perfecto para usarlo después del baño, ya que previene el desecamiento cutáneo y mantiene la piel suave.
• En el momento del masaje, este aceite envuelve al bebé en una ligera capa protectora que ayuda a mantener la temperatura corporal y favorece las funciones protectoras naturales de la piel.

» Crema de pañal Caléndula:

• El óxido de zinc tiene propiedades aislantes y absorbentes, mientras la cera de abeja refuerza esta acción formando una fina capa protectora que no obstruye los poros. Los extractos de caléndula y manzanilla BIO calman y regeneran irritaciones y rojeces.
• Incluye como ingredientes principales: el aceite de almendra dulce y el extracto de flores de caléndula.

» Crema facial de Caléndula:

• Cuida suavemente la delicada piel de la cara y del cuerpo, promoviendo sus funciones protectoras naturales para un desarrollo saludable.
• Los extractos de Caléndula BIO ayudan a calmar la piel, mientras la lanolina, la cera de abeja y el aceite de almendra BIO la envuelven con un manto protector natural que la nutre y cuida sin obstruir los poros.