¿Cuáles son los principales beneficios de los lácteos?

En los cambios de estación necesitamos mayores nutrientes para cuidar nuestro sistema inmunológico, y aumentar nuestras defensas, especialmente ante la Covid-19. Reforzar la alimentación es una de las bases, y los lácteos son de los principales nutrientes que deberíamos tener en cuenta al empezar el día. Descubre los principales beneficios de los lácteos.

Así, los lácteos están compuestos por proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales, vitaminas (como la imprescindible vitamina D en una situación de confinamiento) y, por supuesto, minerales como el calcio, tal como nos explica a Bewellty Luis Calabozo, director general de FeNIL, la Federación Nacional de Industrias Lácteas.

En general, la leche y los productos lácteos constituyen el grupo de alimentos más completo y equilibrado. Nuria María Arribas, directora gerente de INLAC, la Organización Interprofesional Láctea, nos comenta que este tipo de alimento representan una composición muy equilibrada, aportando proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono (lactosa), grasa, vitaminas liposolubles y minerales, especialmente calcio y fósforo. Y, además, ayudan a prevenir enfermedades.

Gran aporte de calcio

Debes tomar lácteos especialmente porque son ricos un mineral que nos previene del desarrollo de enfermedades que están relacionadas con los huesos. Además es imprescindible para el crecimiento de los niños.

Así los expertos destacan que los lácteos son la principal fuente de ingesta de calcio en la alimentación europea. “En el caso de los españoles, más del 60% del calcio de su dieta procede de los lácteos, lo cual hace aún más valioso el sector y los productos que ofrece”, nos dicen desde Fenil.

Así durante la edad adulta y la vejez al asociarse no solo al crecimiento y desarrollo, sino que es parte de una dieta equilibrada, que mejora el sistema óseo, los niveles de colesterol y la presión arterial.

Beneficios para todos los grupos poblacionales

INLAC destaca que sus beneficios alcanzan a todos los grupos poblacionales, desde los más pequeños a los adultos, los deportistas, las mujeres (especialmente como refuerzo de su salud en momentos clave de su vida: en etapas de embarazos o de menopausia), y a las personas de edad avanzada, "por eso deben consumirse en todas las etapas de la vida".

Para los adultos
Al llegar a la edad adulta, se produce con frecuencia una disminución en el consumo de productos lácteos al considerar que la época de crecimiento ha finalizado. Sin embargo, el consumo de productos lácteos se asocia a un patrón de dieta equilibrada y, además, el potasio, presente en cantidades significativas en la leche, contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal.

En el embarazo
El embarazo es una de las situaciones en las que las necesidades de calcio son más altas, y la leche y productos lácteos proporcionan una parte esencial de los elementos necesarios para lograr el equilibrio.

Personas mayores
INLAC avanza que las personas mayores pueden tener dificultades para ingerir algunos alimentos y esto hace que sus necesidades nutricionales sean difíciles de cubrir. Debido a la gran variedad de productos lácteos y a su elevada densidad y diversidad de nutrientes, estos pueden ayudar a cubrir estas necesidades.

¿Eres deportista?
Si eres deportista, durante la realización de una actividad física suele producirse una mayor pérdida de fluidos, por eso es muy importante la rehidratación. "La leche está compuesta en un 90% por agua, y tiene proteínas y grasas de digestión lenta que permiten la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo", nos comenta Nuria María Arribas, directora gerente de INLAC.

¿Cuál es el número de lácteos recomendados al día y a la semana?

Si no sabes exactamente si estás comiendo la ingesta que necesitas de lácteos a la semana, te lo deslevamos. Pues, tanto las principales Guías en Alimentación establecidas por organismos nacionales e internacionales como al consultar a INLAC recomiendan tomar entre dos y cuatro raciones al día de lácteos, dependiendo de la edad y circunstancias de cada colectivo.

Una ración equivaldría a 250 mililitros de leche (un vaso), a 2 yogures, o bien, a 30 de queso semicurado o curado y si es fresco a unos 60 gramos.

"Por esta razón desde Inlac se han lanzado importantes campañas, como 3 lácteos al día o Súmate a la Generación láctea para recordar a los consumidores la importancia de tomar productos lácteos en el marco de una dieta sana y equilibrada".

Son especialmente importantes en el desayuno (ya que estos productos contribuyen a aportar la energía suficiente para afrontar el día), cuando se practica algún deporte (como parte de la hidratación y el aporte de energía y proteínas necesario), a media mañana o en la merienda (como una alternativa saludable y saciante) o en la cena (por su fácil digestión).

¿Cuál es el lácteo más saludable?

Leche, yogur, queso... ¿Qué lácteo podemos comer más por qué es mucho más saludable?

Podemos encontrar una amplia gama de leche y productos lácteos en los lineales de los supermercados, adaptados a sus gustos y características individuales. Podemos elegir ente leche, queso, kéfir, yogur, cuajada, requesón, postres lácteos, etc. Estos pueden ser de vaca, oveja o cabra; enteros, semidesnatados y desnatados, sin lactosa, etc.

Ahora bien, INLAC explica que sus valores nutricionales y energéticos varían de un producto a otro, "por ejemplo, lo más significativo es el contenido de lactosa, que esta disminuye en los productos lácteos fermentados, por ello las personas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar una mayor cantidad de estos productos lácteos".

Mientras que otra diferencia es el contenido graso, por lo que es recomendable adecuar el consumo a las necesidades energéticas y metabólicas de cada individuo.

El contenido mineral no varía tanto, con la excepción de los quesos que tienen contenidos altos, aunque su absorción es más eficaz en los productos lácteos fermentados.

Lo importante, al final, es cubrir las recomendaciones que los expertos realizan y consumir al menos 3 lácteos al día en el marco de una dienta sana, equilibrada y una vida activa.