En San Valentín, tu mejor cita es con tu piel

Un estudio reciente encontró que el 80% de los españoles no visita al dermatólogo al menos una vez al año, lo que sugiere que muchas afecciones de piel podrían no ser diagnosticadas ni tratadas.

La piel, que es el órgano más grande del cuerpo, se encuentra en constante exposición a una variedad de factores que pueden afectar su salud, por ello, es importante concienciarse respecto a su cuidado y apariencia, como acto de bienestar y amor propio.

Dra. Paloma García Piqueras.

“La piel enfrenta desafíos como la aparición de manchas, lesiones vasculares, pérdida de firmeza y el envejecimiento prematuro causado por factores ambientales como la exposición solar. Afortunadamente, los avances en dermatología estética y clínica han dado lugar a tratamientos efectivos para abordar estos problemas, mejorando tanto la salud como la apariencia cutánea”, destaca la Dra. Paloma García Piqueras, dermatóloga de IML Clinic.

Para tratar afecciones básicas como acné, manchas, rosácea o melasma, existen tecnologías de vanguardia como los láseres, plataformas con radiofrecuencias o la famosa luz pulsada intensa (IPL), que, unidas a otros tratamientos médicos, consiguen resultados satisfactorios, siempre bajo un correcto diagnóstico y plan de tratamiento.

El cuidado de la piel, sin embargo, va más allá de los tratamientos o rutinas de skincare con productos cosméticos. “Hábitos saludables como una alimentación equilibrada, una correcta hidratación, el descanso adecuado y la reducción del estrés son esenciales para una piel saludable”, destaca la Dra. García Piqueras.

Trabajar la piel desde adentro

Además de los protocolos y tratamientos dermatológicos, la piel, con el paso del tiempo, requiere de refuerzos externos que ayuden a mejorar su estructura desde dentro y reforzar la barrera cutánea, cuyo resultado se traduzca en un aspecto sano, luminoso, firme y rejuvenecido. Entre las opciones de tratamientos destacan técnicas con infiltraciones en tercio superior para suavizar líneas de expresión, los estimuladores de colágeno o factores de crecimiento, que restauran la piel desde el interior, o los peelings químicos, que ayudan a renovar la superficie cutánea.

¿Cuándo empezar una rutina de cuidados?

“El cuidado de la piel no tiene edad ni momento exacto para comenzar. Independientemente de la etapa en la que te encuentres, incorporar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia en su apariencia y salud a largo plazo”, comenta la Dra. García Piqueras.

Un plan de tratamiento adecuado ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, mantener la hidratación y fortalecer la barrera cutánea. Además, dedicarte ese tiempo diario no solo mejora tu piel, sino que también fomenta el bienestar emocional y refuerza el amor propio. Empieza ahora, escucha las necesidades de tu piel y dale el cuidado que merece.