Probióticos con glutamina, los aliados de tu microbiota

Poco se habla de la permeabilidad intestinal y del síndrome del intestino irritable siendo el principal motivo, con una prevalencia que está creciendo vertiginosamente, a la hora de acudir a la consulta del especialista. Es de especial interés incidir en este asunto en unas fechas en la que la mayoría de nosotros cambiamos las rutinas y los hábitos alimenticios al caer en las tentaciones de los excesos vacacionales.

Hoy te traducimos conceptos y te presentamos soluciones para aprender a combatir situaciones como “sufrir malas digestiones”, “molestos reflujos gástricos” o “diarreas inesperadas”. Quedémonos con las palabras: glutamina y probióticos.

Conocemos por permeabilidad intestinal el deterioro que algunas veces sufren las paredes del intestino, provocando filtraciones de sustancias tóxicas para el organismo. Estas anomalías pueden darnos la cara mediante síntomas muy comunes como cansancio, diarrea, hinchazón abdominal, desequilibrios hormonales, etc.

Otro de los síndromes que últimamente prolifera en la sociedad es el del intestino irritable, conocido también como colon irritable o colon nervioso. Caracterizado por la existencia de dolor abdominal y diversos cambios en el ritmo intestinal: diarrea o estreñimiento.

Por último, existe otro conocido síndrome -tal vez algo más complejo- que también se manifiesta mediante síntomas similares: dolor corporal generalizado, intolerancias a ciertos alimentos, alteraciones del ritmo intestinal etc., es el caso de la fibromialgia o síndrome de fatiga crónica.

Si alguno de estos trastornos nos irritan con frecuencia, en primer lugar debemos acudir a un profesional de la salud que nos haga un diagnóstico y en segundo lugar, incorporar en nuestra rutina diaria probióticos con glutamina.

Beneficios de los probióticos con la glutamina

La L-glutamina es un aminoácido que interviene en la composición de las proteínas que mantiene las células en buen estado y repara los tejidos. Entre los beneficios de la glutamina encontramos la capacidad que tiene para proteger el sistema inmunológico, mejorar los desórdenes intestinales y ayudar a digerir ciertos alimentos.

El cuerpo humano produce la L-glutamina de manera natural, no obstante, siempre viene bien para asegurar unos niveles adecuados llevar a cabo una dieta con alimentos ricos en glutamina como los garbanzos, guisantes, remolacha o zanahoria.

Por su parte, los probióticos aportan numerosos beneficios ante trastornos de este tipo y son también fundamentales para el sistema inmunológico, pues lo estimula y fortalece de manera considerable. Normalmente, el consumo de este otro aminoácido impide el desarrollo de microorganismos patógenos y disminuye la permeabilidad intestinal potenciando el efecto de la barrera inmunológica. Los probióticos estimulan el metabolismo, ayudan a reparar úlceras y mejoran el rendimiento atlético.

Igualmente, si queremos adquirir probióticos de manera natural, también podemos hacerlo mediante ciertos alimentos como la leche, aceitunas, queso o yogur.

Glutamina y Probióticos de Prisma Natural

Ha quedado claro que lo primero que recomendamos siempre es ir a un especialista y es probable que incluso el mismo profesional de la salud ya nos hable de la Glutamina+Probióticos de Prisma Natural, pues esta combinación de aminoácidos está dando unos excelentes resultados.

Con tan solo un sobre al día, nos ayudará a proteger el organismo y fortalecer el sistema inmunológico. Además, es apto para celíacos, intolerantes a la lactosa o sensibles a proteínas lácteas o del gluten.