Regálate una escapada de bienestar y autocuidado

Hay épocas del año en las que encontrar tiempo para el autocuidado es prácticamente imposible. De hecho, son muchos los que eligen las escapadas de fin de semana para evitar el bullicio de la ciudad y poder decir que no a algunos planes.

Es por eso que Barceló Fuerteventura Beach Resort propone la guía definitiva de autocuidado para sumergirse en una escapada de bienestar que incluye descubrir el destino, tratamientos de spa, deporte, e incluso buena gastronomía.

Para un viaje sanador, un Thalasso Spa

Con unas instalaciones inmejorables, el hotel es el lugar idóneo para una experiencia de relajación y bienestar en las Islas Canarias. El resort destaca por múltiples motivos, entre ellos, por su spa, el mayor Thalasso Spa de Fuerteventura, que acoge en su interior un enorme circuito de aguas y tratamientos especializados que incluyen desde hidromasajes a sauna, pasando por baño turco, duchas de sensaciones o zonas de relax, entre otros.

Aprovechar todos los beneficios del agua, pensando exclusivamente en la tranquilidad y el relax, resulta muy útil para romper con la rutina, recargar energías y potenciar la paz interior. Por eso, Barceló Fuerteventura Beach Resort cuenta con un spa en el que terapeutas especializados ayudan a los huéspedes a elegir los mejores tratamientos para renovarse tanto por dentro como por fuera.

Donde no echarás de menos la compañía

Existen numerosos destinos donde escapar del bullicio de la ciudad, pero ninguno como Fuerteventura, la segunda isla más grande de las Islas Canarias, popular por sus playas de arena blanca y su clima cálido durante todo el año. La ubicación de Barceló Fuerteventura Beach Resort invita a pasear por sus alrededores como Caleta de Fuste, un pueblo situado alrededor de una larga bahía junto a una gran playa de 800 metros de longitud, fina arena dorada y aguas cristalinas.

De esta forma, Fuerteventura se convierte en un lugar de autocuidado donde conectar el cuerpo y la mente para tomar distancia del mundo muestras se disfruta de tiempo para uno mismo rodeado del paisaje canario.

Para incentivar la parte más sporty

Practicar el autocuidado también significa reservar un tiempo a la actividad deportiva para proteger y cuidar el sistema cardiovascular, respiratorio e inmunológico. Para ello, Caleta de Fuste se encuentra protegido del oleaje al encontrarse entre el puerto deportivo y un saliente rocoso al sur. Gracias a su cercanía con el puerto, es un lugar altamente recomendable para practicar windsurf, y donde es posible nadar junto a lobos marinos o explorar sus fondos practicando buceo. A todo esto, se suma la oferta deportiva de Barceló Fuerteventura Beach Resort, que brinda la posibilidad de disfrutar de sus variadas instalaciones.

Además, junto al muelle deportivo y anexo a la playa se encuentra el castillo de San Buenaventura, una fortaleza que data del siglo XVIII catalogada como Bien de Interés Cultural y que refuerza la oferta diferencial y de calidad del hotel.

Un destino para soñar

Cuando se piensa en el descanso ideal se visualiza una cama con sábanas suaves y almohadas mullidas. Por eso Barceló Fuerteventura Beach Resort pone a disposición de sus huéspedes una amplia carta de almohadas para disfrutar de un descanso reparador entre sus 964 habitaciones.

No obstante, el propósito de aprender a desconectar también es dejar de lado la hiperconectividad y, así, evitar el insomnio y la falta de energía que genera la conexión permanente a las pantallas. Pero, a diferencia de algunas creencias, la cantidad de sueño que necesitamos varía según la persona y su estilo de vida.

Donde disfrutar del buen comer

Disfrutar de buena gastronomía también es una parte del autocuidado y Barceló Fuerteventura Beach Resort tiene para todos los gustos. La propuesta gastronómica del resort está conformada por 14 restaurantes y bares, donde se ensalza el recetario local y donde también hay espacio para la cocina internacional. Se encuentran repartidos en una impresionante superficie de hasta 150.000 m², en los que, sin moverse del hotel, podemos viajar con el paladar a Italia en el restaurante La Dolce Vita, a México en el espacio de Palo Santo, o al continente asiático en Hanami, un asiático especializado en sushi y otras especialidades japonesas.