Sí, las contracturas faciales existen y Marquessa les pone remedio

Eva Collar.

Estamos acostumbrados a escuchar hablar sobre las contracturas musculares que nos afectan al cuerpo, pero ¿al rostro, también? Tal y como explica Eva Collar, la renombrada esteticista y fundadora de Marquessa, centro de estética en Oviedo, Gijón, “el rostro alberga cerca de 43 músculos, controlados por el sistema nervioso para que trabajen en conjunto y permitan una amplia gama de movimientos y expresiones faciales. La tensión muscular, el estrés y ciertos hábitos pueden hacer que estos se sobrecarguen, dando lugar a las poco conocidas contracturas faciales”.

Cómo se pueden producir y cómo saber si tenemos contracturas faciales

“Cuando hablamos de contracturas faciales hacemos referencia al resultado de la tensión muscular sostenida sobre los músculos de la cara. Es una afección silenciosa ya que no somos conscientes de que padecemos esta presión hasta que se manifiesta a través de molestias”, indica Eva Collar.

Lejos de ser una molestia que impacte a todas las personas por igual, las contracturas faciales pueden manifestarse de forma distinta, también dependiendo del motivo que las provoque. Desde Marquessa, nos desvelan las causas más comunes:

» Estrés emocional: “El estrés del día a día puede haberse instalado en nuestra vida sin que ni siquiera lo sepamos. Sin embargo, este estado nervioso y de alerta se hace visible a través de ciertos comportamientos como apretar la mandíbula, fruncir el ceño o tensar los músculos que rodean la mirada. Por lo que, si notas rigidez en alguna de estas zonas de la cara, es muy probable que padezcas una alta tensión muscular”, analiza Collar.

» Fatiga muscular: en relación con el punto anterior, ciertas emociones reprimidas pueden hacer que de forma involuntaria forcemos gestos que terminen causando la contractura de ciertos músculos, por un sobreesfuerzo de estos.

» Bruxismo: también conocido como la enfermedad silenciosa, es una de las patologías más comunes. “Consiste en rechinar o apretar los dientes de manera inconsciente y se suele producir por las noches, mientras dormimos. Esta acción hace que ejerzamos una gran presión sobre los músculos de la mandíbula, pudiendo ocasionar incómodas contracturas en la zona”.

Centro Marquessa.

» Postura incorrecta: mantener una mala postura durante largos periodos de tiempo, como inclinar la cabeza hacia adelante provocando tensión en la zona del cuello y la cara, puede terminar causando contracturas.

» Uso excesivo (e incorrecto) de los dispositivos: actualmente mirar pantallas de dispositivos electrónicos se ha convertido en el día a día de la mayoría de las personas. Este hábito, lejos de solo provocar tensión ocular, puede afectar a los músculos faciales y del cuello. “La mayoría de las personas solemos tomar una mala postura para trabajar frente al ordenador, esto puede producir tensión en la zona de los hombros y el cuello que, con el tiempo, puede extenderse a los músculos faciales. Otra de las causas, es que cuando trabajamos frente a un dispositivo estamos inmersos en nuestro trabajo y esta concentración intensa puede manifestarse en apretar los dientes, fruncir el ceño o tensar los músculos faciales de manera involuntaria” anuncia la experta.

¿Cómo las podemos tratar?

Tratar estas afecciones dependerá en gran parte del nivel de contractura facial que padezcamos y la causa subyacente que la provoque. Sin embargo, existen métodos que, al brindar relajación muscular tienen un resultado eficaz mejorando tanto la apariencia de la zona afectada como las molestias.

“Aunque en el centro de belleza Marquessa siempre abogamos por el trato personalizado para brindar opciones 100% eficaces, un tratamiento que suele tener muy buen resultado en casos de contracturas faciales es el reconocido Tratamiento Symmed Facial”, declara Eva Collar, quien añade: “Nos permite trabajar en la zona afectada y, además de brindar un efecto relajante muscular, ofrece resultados antienvejecimiento al activar los procesos metabólicos y oxigenar los tejidos”.

El avanzado Tratamiento Symmed Facial combina la radiofrecuencia capacitiva destinada a intervenir en las capas más superficiales de la piel, con la radiofrecuencia resistiva indicada para llegar a las capas más profundas como la hipodermis y el músculo.

Gracias a contar con 6 electrodos específicos permite adaptar el tratamiento a la zona afectada por la contractura facial, generando una sensación relajante.

Además de ello, este método también es capaz de conseguir un efecto lifting, por la contracción y regeneración de las fibras de colágeno (neocolagenosis) y un efecto reafirmante al reducir las arrugas y flacidez. Asimismo, cuenta con una poderosa respuesta para la remodelación del óvalo facial y la eliminación de bolsas y ojeras.

“Permite penetrar en las capas más profundas de la piel creando un efecto térmico que logra acelerar el metabolismo celular, muy beneficioso en casos de molestia por sobresfuerzo muscular”, explica Collar.

Duración del tratamiento: 1 hora.